Excelente artículo de Víctor Palau sobre Mariscal en Graffica

Hace una semana parece que se desataron todos los infiernos tras la publicación por parte de EFE de una entrevista en la que el mismo Mariscal decía: «Estoy arruinado». Al tratarse de una agencia de prensa, todos los medios adscritos replicaron la info con infinidad de variantes para titular: «Mariscal arruinado», «No tengo trabajo, soy un mantero», «De la gloria a la miseria», «Mi única propiedad es una Vespa». Desde entonces, no parado de publicar noticias al respecto.

Una noticia que parece interesada, ya que no es una novedad. Hace un año nosotros mismos publicamos que el estudio de Mariscal solicitaba el concurso de acreedores con una deuda aproximada de 2 millones de euros. Entonces, por qué es ahora, en este momento, cuando alcanza esta difusión.

Si los medios han tenido poco tacto, los comentarios en redes sociales han sido infinitamente peor. Parece que muchos estaban esperando el momento para lanzarse al cuello y decir cualquier barbaridad digna de tertulia de reality show.

Esta semana Vicent Molins contactó para pulsar mi opinión sobre Javier Mariscal y publicar un artículo en Valencia Plaza (Razones para amar (o no) a un icono valenciano) sobre las dos caras –los que le aman y los que le odian– que siempre acompañan al creador del Cobi. Mi respuesta fue rápida, incluso extensa, demasiado para un artículo con múltiples opiniones.

Para mí todo es más sencillo de lo que parece. Mariscal a nivel profesional es un genio. Imposible dudarlo. Como persona, un verdadero autista, vive en su mundo y su mundo no siempre coincide con el de los demás. De ahí su dualidad en la vida pública.

Mariscal es el mejor y más reconocido creativo visual de España a nivel internacional. No hay prácticamente otro profesional de esta disciplina con el mismo reconocimiento a nivel mundial. Puedes ir a cualquier parte del mundo ‘conectado’ y seguro que conocen a Mariscal.

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